Relacionándolo
metafóricamente con la obra, el árbol interior representa la mujer en su estado
de naturaleza, dos elementos que el director se encarga de amalgamar casi de
manera constante en muchas de sus películas.
Esta elección también implica la fortaleza que estos elementos
representan, porque la mujer en la obra de Lars Von Trier soporta diferentes
tormentos con una estoicidad que mantiene hasta el final de las películas,
incluso hasta el final de sus vidas, así como la naturaleza bajo su forma de
árbol echa raíces, se afirma a la tierra, y es capaz de resurgir, incluso
cuando sus ramas son mutiladas.
Ademas, el árbol elegido
cuenta con dos aspectos, ramas secas por un lado y por el otro, hojas verdes,
vivas, florecientes, es decir, queda en manifiesto que la naturaleza nos ofrece
en si misma la mas clara dualidad perteneciente a dos extremos opuestos: el
nacimiento y la muerte: con ella creemos que es valida la representación de las
dos clases de mujeres que el director elige mostrarnos: la mujer sumisa y la
mujer que se revela/rebela.
La primera clase no hará mas que afianzarse en los valores tradicionales que se le han adjudicado
previamente, sin ofrecer resistencia.
La segunda clase es la que
da nacimiento a una fuerte analogía entre si misma (desde el lado de su
“verdadera esencia”: su lado libre y salvaje) y la naturaleza, al modo de un
encuentro que le aporta un conocimiento. Ese conocimiento implica sabiduría,
que a su vez implica revelación para si misma y "rebelación" para su entorno,
porque este camino hacia su naturaleza/esencia conlleva destrucción de los
valores adquiridos impuestos por una sociedad. Rebeldía, salvajismo, libertad
en la mujer en su rol perturbador y provocador.
Pero esta naturaleza en
donde se encuentra el centro primitivo femenino, no sera nunca un lugar de
fácil acceso. El alambre de púas, entonces representa esta dificultad, este
arduo camino que hay que atravesar y que envuelve a “la verdad”. Es la
manifestación de la opresión que ejecuta la institución social de un mundo
patriarcal sobre la mujer para poder acceder a si misma, a su estado natural, a
revelación. Es la traición de sus semejantes, es el desencanto, es la
incomprensión, es la locura, es el dolor.
Por todo esto podemos decir
que el cine de Lars es un tipo de cine que desde una primer mirada, angustia,
perturba, lastima… la cápsula de metal filoso con púas que envuelve su centro
cobra este sentido: también para el espectador sera un arduo camino que hiere e
incomoda, el de llegar a las profundidades del mensaje que el cineasta ofrece.
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