Desde un comienzo el objetivo de este retrato fue representar a Juan. Empecé trabajando su vida cotidiana, su mundo, los lugares que frecuentaba. Eso desencadenó en una serie de fotos que nada me decían de él que me interesara contar, ahondar, exagerar. Una opción hubiese sido correrme de ese Juan y crear uno nuevo, un personaje inventado ubicado en un espacio ajeno. Sin embargo no sólo me pareció más interesante como desafío, sino también como obra artística, ser fiel a lo que era Juan, o por lo menos a lo que me mostraba que era. Para eso utilice la superficialidad que me generaba. Al darme cuenta que no podía abarcar todo, seguí por un solo aspecto: la noche.
Las imágenes y los sonidos del trabajo intentan demostrar la psicodelia de ese ambiente, sin correrse de la visión negativa y personal que tengo respecto de estos lugares. El objetivo fue que sea molesto, anti rítmico, verborrágico, contaminado visualmente y por momentos, de difícil comprensión. El retrato finaliza contraponiendo el estilo limpio, moderno, canchero y multitudinario con lo que queda al terminar la fiesta: la soledad, la noche realista. Me hubiese gustado que este video final represente más este realismo, esta idea de la noche porteña en donde las avenidas iluminadas de palermo desbordan de basura y los vagabundos duermen en las puertas de los bancos. Mientras tanto, este es mi trabajo final:
